Al fin y al cabo, simplemente aveces no hay historias de amor eternas, simplemente aveces no las hay. Pero es duro de aceptar cuando miras a esa persona que ya no sientes nada, que ya no hay ni el menor recuerdo de felicidad con esos ojos verdes porque aveces esos ojos verdes, simplemente un día mintieron sobre vuestro amor.
Espero que os encontréis en este blog, espero que os identifiquéis como yo me suelo identificar, normalmente en el mundo de las palabras.
martes, 22 de noviembre de 2011
Frío. Solo había frío, frío por todas partes. Las sabanas se habían vuelto ásperas, el sofá demasiado grande para los dos. Dejaron de echar películas de amor. Se acabaron las flores por San Valentin y las cenas donde solo había un vaso para dos. Los sueños se enfadaron con nosotros por no añadir deseos.
Al fin y al cabo, simplemente aveces no hay historias de amor eternas, simplemente aveces no las hay. Pero es duro de aceptar cuando miras a esa persona que ya no sientes nada, que ya no hay ni el menor recuerdo de felicidad con esos ojos verdes porque aveces esos ojos verdes, simplemente un día mintieron sobre vuestro amor.
Al fin y al cabo, simplemente aveces no hay historias de amor eternas, simplemente aveces no las hay. Pero es duro de aceptar cuando miras a esa persona que ya no sientes nada, que ya no hay ni el menor recuerdo de felicidad con esos ojos verdes porque aveces esos ojos verdes, simplemente un día mintieron sobre vuestro amor.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario